Sería mejor construir puentes...

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo.
Que nadie establece normas salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde forma.
Que la forma no se pierde con abrirnos.
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que no está prohibido amar.
Que también se puede odiar.
Que el odio y el amor son afectos.
Que la agresión porque sí, hiere mucho.
Que las heridas se cierran.
Que las puertas no deben cerrarse.
Que la mayor puerta es el afecto.
Que los afectos nos definen.

Que definirse no es remar contra la corriente.
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.
Que negar palabras implica abrir distancias.
Que encontrarse es muy hermoso
.
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.
Que la vida parte del sexo.
Que el por qué de los niños tiene un por qué.
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad.
Que para saber todo de todos es curiosidad malsana.
Que nunca está de más agradecer.
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar.
Que para dar debimos recibir antes.

Que para que nos den también hay que saber como pedir.
Que saber pedir no es regalarse.
Que regalarse es en definitiva no quererse.
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos.
Que para que alguien sea hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder alentar y apoyar.
Que adular no es ayudar.
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son honestas.
Que nadie es honesto porque no roba.
Que el que roba no es ladrón por placer.
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo.
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte.
Que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y la mente.
Que con los oídos se escucha.
Que cuesta ser sensible y no herirse.
Que herirse no es desangrarse.
Que para no ser heridos levantamos muros.
Que quien siembra muros no recoge nada.
Que casi todos somos albañiles de muros.
Que sería mejor construir puentes.
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve.
Que volver no implica retroceder.
Que retroceder también puede ser avanzar.

Que no por mucho avanzar se amanece cerca del sol.
Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?



Puedo decir que este domingo en vez de deprimirme porque estuve casi la tarde completa sola, me hizo reflexionar sobre varias cosas que me estuvieron rondando por la cabeza los últimos días...
Realmente para darnos cuenta del valor que tienen ciertas cosas debemos ir al límite, perderlo todo, mirarlo de lejos, fugarnos del paisaje. 
También caí en la cuenta que a veces exigimos compasión y perdón cuando nosotros mismos no nos podemos perdonar un error. Es realmente imprescindible aceptarnos tal cual somos, aceptar nuestros defectos y tener la humildad de reconocerlos (sinceramente) frente al mundo. Luego de llegar a ese punto, es necesario tener la iniciativa de querer hacer algo al respecto; estar dispuestos al cambio y a enfrentar todas las consecuencias que se presentan a partir de nuestras decisiones. 
Yo me equivoqué. Lo sé completamente, puedo dar cuenta paso por paso por qué llegué a esta instancia. Pero lo veo todo como una prueba de fuego por la que tenía que pasar. Por eso hablaba de los límites, de perderlo ...todo. Si vale la pena o no, se verá con el tiempo. Pero considero que somos  bastante estúpidos y egoístas pensando en por qué las personas son "así", cuando no nos miramos a nosotros mismos y reconocemos qué parte debemos mejorar. Fui muy estúpida todo este tiempo. Perdí la noción del instante en que dejé de preocuparme hacia dónde estaba yendo y comencé  hacer disparates y cosas sinsentido, que me estacionaron en un sitio casi insoportable. Porque estos días no me soporté, no me aguanté. Lloré para ver si salía de mí misma esa faceta de mí que no quería ver, y comprendí que nunca tenemos que perder nuestra esencia, lo que hizo y hace que seamos lo que somos frente al mundo. 
Sé que me lastimaron mucho en el viaje y que sin recuperarme del todo seguí caminando, quizá, empeorando la situación. Me impuse "seguir adelante" sin tener en cuenta de qué manera hacerlo...Y así me hirieron mucho más. Me expuse. Y las heridas fueron amontonándose una arriba de la otra, y los parches nunca dieron a basto. 
Estoy tranquila. Llegué a odiarme muchas veces, mucho tiempo, porque todas mis situaciones me las había generado yo misma, y era la única responsable de mis lágrimas. Es más fácil reconocer los defectos ajenos que mirarnos al espejo. Pero hoy sé, que a pesar de mi necedad, y de mi orgullo, mi vida es ésta que tengo hoy, y no puedo desperdiciarla. Se llora y se ríe, se erra y se aprende. De todo voy aprendiendo. A querer también se aprende, y luego de hacerlo de manera tan "brutal", uno va mejorando la técnica y la forma. Yo soy lo que soy, con miles de manchitas oscuras y colores luminosos. Yo soy lo que hice con mis decisiones, y no me puedo dejar y abandonar acá. Cuando uno reconoce lo que vale, recién en ese momento podemos exigir que nos traten como merecemos que nos traten. 
El poema de Benedetti es muy oportuno para lo que venía diciendo. Léanlo todas las veces que crean necesario. Sirve como un mapa. 
No se dejen amedrentar por pensamientos estúpidos, la vida es una sola, y como dice el poema "Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte". Para levantarse, hay que caer primero...y después se sigue :)

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