Abril tiene esas mañanas
en donde todo se torna color recuerdo.
Todos ellos están aquí, los más antiguos, que fabricamos en nuestra mente,
los menos viejos que vivimos de verdad
y los recientes que me regalaste y que
celosamente
de vos, guardé.
Me quedé contemplando esa fase desconocida por mí,
la fuerza de aquel amor que quebró esquemas
que ardió heridas y curó soledades
el encuentro de tu alma y la mía, tan complementarias
y distintas
que marcó el antes y después en un pasillo eterno en el tiempo
los besosnucamanoboca que me dabas
y volaba
todos aquellos murmullos,
ahora fantásticos
llegan hasta mí y me desarman
así pienso en vos
y escribo.
te re-trato con palabras
y sobrevuela la nostalgia
y una caricia llega hasta mi rostro
dejando esotuyomío, que nunca supo irse (del todo)
que quedó como el recuerdo de un niño muerto
que regresa desnudo y puro, y se detiene
y el tiempo se lo quiere llevar volando
pero se resiste
como la hojita de un árbol de un fresno en otoño,
persistente insistiendo en no partir,
así te quedaste.
Desprendiéndote como una hojita en un árbol de un fresno en otoño
te veo en una mañana de abril, cualquiera
ya te vas, o acaso nunca te fuiste
sin quererlo,
te quedaste para siempre.
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