"Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos[...] "
-Fragmento de Te quiero a las diez de la mañana, Jaime Sabines.
Tu modo de amarme es como una mano
que pasa dentro del alma para acariciar
esa parte que quiere esconderse,
que sabe y busca esconderse,
que necesita no verse.
Fijate que el no querer verse como uno es,
a veces cuesta demasiado,
cuando hallamos esa otra parte del mundo
que nos acoge con su amor,
como por ejemplo vos, para mí
sos un mundo que contemplo fuera de mi
que penetra por mis poros,
alienándose y fundiéndose
como una combinación de materias opuestas.
Tenés que darte cuenta
todo lo que hiciste conmigo no tiene argumento,
surgió como por arte de magia...
¡qué lindo si te ponés a pensar!
que por arte, de cualquier tipo
nos hayamos encontrado...
por arte por magia por convicción.
Porque así quisimos escribirlo...
acaso como una especie de poema olvidado,
nos volvimos a leer por las páginas de la vida.
Tu modo de amarme es parecido a unos ojos
buscando desconsoladamente aquel refugio del cuerpo
donde habita un órgano (al que se le llama corazón)
¡Con qué facilidad mi cuerpo se deja mirar por tus ojos!
Con vos comprendo cosas nuevas sobre mí misma,
me encuentro,
me alejo,
me voy construyendo
me hacés de nuevo, una mejor versión de mí,
que no esperaba.
Sentir tu amor es como sentir el viento en la cara,
un fuerte viento, no uno cualquiera.
Uno de los que golpean la ventana a medianoche,
uno de los que limpian el cielo repleto de nubes de lluvia.
Vos limpiaste mi cielo.
Amo poder amarte así,
con una locura que no se explica, contradictoriamente:
darte de mí, todo lo que no tenés,
recibir de vos, lo que no encuentro en mí.
Comentarios
(me enomore un poco con cada palabra que leía igual)
Abrazo hermosa! :)
Besitos de golondrina.