Cae sobre el piso una gota de sangre. Un murmullo en mi oído, me desconcentra y no puedo ocupar la mirada en tu cara.Ya no. Nuestros irreconciliables destinos tiraron las últimas cartas, no hay nada más que decir.
Sigue goteando el corazón dentro de este final trágico, del modo más brutal que conozco. Tenía que ser así. Te burlaste de todo lo que te dije en algún momento, no te culpo. Es sólo mi falta de percepción realista: te saqué hasta los más insignificantes defectos. Eras una parte profunda de todo lo que significo, en realidad me resignificaste. Fuiste el anzuelo que mordí sin pestañar, sabiendo que eras una trampa. Una especie de reliquia de la adolescencia, siempre con vos inmaduré. Fuimos como niños que jugaban a las escondidas siendo tramposos con nosotros mismos. Vos sabías cómo encontrarme, yo siempre te encontraba, sin quererlo o no. Lo más extraño de todo, es que sigo sin creerlo. ¿Cómo fue que nos metimos en ésto? Tus justificaciones son de plástico, artificios de tu inmadurez. Ya no me dolés por dentro, pero me queda un vacío que parece haber tenido existencia desde el principio. Vaciaste un casillero de mi alma, espero estés feliz. Nada queda por agregar. Este es un adiós.
Hay muchas formas
de despedirse
dando la mano
dando la espalda
nombrando fechas
con voz de olvido
pensando en nunca
moviendo un ramo
ya deshojado
por suerte a veces
queda un abrazo
dos utopías
medio consuelo
una confianza
que sobrevive
y entonces triste
el adiós dice
que ojalá vuelvas
"Adioses" (en Defensa propia, Mario Benedetti)
Comentarios
Un beso enorme
Un beso.
Pasaba a saludarte
Y desearte un feliz día.
Un abrazo.
Dani..
Que no duela tanto, que sane pronto, que sea para mejor, y que llene la vida misma ese vacío inconcebible.
Se la aprecia mucho, mi estimadisima amiga.
Cuente conmigo, para desahogar penas, y deshojar nuevas margaritas.
Cariños..