Siempre, todo, es depende desde dónde se mire. Si me siento en el suelo, y te miro con los dos ojos abiertos, de punta a punta, te veo más largo. Si te miro recostada a tu lado, y veo sólo el perfil de tu rostro y tu cuerpo a lo lejos (de mis labios), puedo creer que sos inalcanzable por un instante. O puedo mirar el dibujo de tu figura en una simple foto, pero me parecés surreal. Si te miro desde atrás, y te sigo, a dónde vas, con el pensamiento, puedo inventarte y ya no serías el que sos y pienso. Si te miro por el agujerito de la puerta, te veo borroso, o te veo a medias, no te veo del todo, siento que te pierdo. Si te tengo frente a frente, con mi boca rozando tu nariz, no te veo casi nada, sólo veo piel y pelos. Miro hacia abajo, para tener una vista panorámica de tu cara, y veo tus ojos cerrados, tus párpados brillantes y hermosos. Si te miro a los ojos, me veo a mí, ya no te veo a vos, sos el espejo parlante más subjetivo que conozco. Tus ojos, me ven como otra persona, como alguien que sólo vos percibís. Que sólo desde tu punto de vista se puede ver. Todo depende de la mirada y del punto en donde la fijamos. Mi mirada se fijó en vos, y aunque la perspectiva varíe de vez en cuando, sigo viendo siempre a la misma persona de hace años atrás, nada más que más lindo que antes, más natural. Igual, siempre será mía y sólo mía esta subjetividad. Quizás, en definitiva, el amor sólo se trata de perspectiva.
Comentarios
Siempre me encanta lo que escribís.
Saluditos Bris, cuidate!