Tenía unas ganas locas de escribir, y tengo que aprovecharlas. Es como el último tren que pasa. Hace días que no escribo...hace días que no necesitaba de esta terapia. Y un sueño tuvo la culpa, un sueño muy especial. Soñé que escribía ¿alguna vez soñaron algo así? Fue la primera vez para mí. No sé. Las letras parecen querer decirme cosas desde mi inconsciente. No les voy a dar más vueltas. Ya suficientes vueltas le doy a mi vida...
A veces pienso demasiado en todo lo que estoy viviendo, otras...simplemente no pienso antes de actuar. Extremos irreconciliables, pero posibles en mí. Anoche, ver la luz de la luna sobre su rostro, mirando las estrellas en el cielo, sintiendo la brisa que nos hacía compañía, con restos de alcohol de la cena, me hizo pensar muchas cosas (sí, pude pensar en estas condiciones...). Comparar situaciones, vivirlas otras vez. Sentir cosas nuevas. Reafirmar sentimientos. Derribar otros. Hacer una ensalada de frutos jugosos. Mezclar todo. Tirarlo por la borda. Desear. -Escalofríos con aroma a amor.- Canciones infinitas que se van grabando como en un metal, dentro de mi corazón. Una fábrica de recuerdos. No sé. Somos creadores eternos, de recuerdos. Por eso hay que intentar perseguir nuestros sueños. Porque todo lo malo y lindo que vamos viviendo se recuerda, aunque nos pese. Pero hay una realidad, y es que la mente es selectiva, y por algún misterio de la Naturaleza, no todos recordamos lo mismo. ¡Menos mal! :) A veces pienso en todo lo que fui viviendo...y me doy cuenta que son tantas las cosas hermosas que viví con esa persona, que la memoria me queda corta, y las palabras me salvan. Y así comienzo a escribir. Y a veces nacen versos de estos recuerdos, otras veces, nada. Pero los recuerdos fabricados dentro mío, están construyendo pequeñas sociedades. Ya crearon casitas. Ya tienen nombres y todo. Porque hay diferentes recuerdos. Pero estoy segura...(aunque es poco ortodoxo suponer sin conocer los datos precisos, y debería preguntar..) que tu ciudad de recuerdos es la más grande. Dentro mío, tengo un país dedicado a vos. Estás cordialmente invitado a darte una vuelta por mi corazón, cuando gustes. Este país se nutre con vos, conmigo. Con nosotros, pero juntos. Así que cuando quieras, vayamos y fabriquemos más recuerdos, para que esas personitas construyan puentes desde tu ciudad, hasta la mía, que está, seguramente, creciendo en tu corazón. No sé qué querés hacer, yo estoy lista. Y te espero.
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